martes, 2 de diciembre de 2014

20 - 1 = 19


20 - 1 = 19

A simple vista parece una resta absurda y fácil, pero soy yo.
La última vez que vi algo parecido fue cuando cumplí trece años y mi hermana me felicitó con un "Feliz 12+1" para crear una superstición que ninguna de las dos tenía.

Veinte menos uno igual diecinueve. Mi edad.

Hace poco hablaba con un amigo de "la crisis de los 20", que al parecer existe, y de todos los tópicos que la acompañan. Él, con 21 años se supone que está comenzando a sufrirla. Aunque sinceramente, yo creo que no, y espero que no lo haga. "Es que con veintiún años, te pones a pensar y estás más cerca de los treinta que de volver a tener diez otra vez", me dijo.

Uf.

Yo no se si es que pienso mucho o es que es una paranoia con la que siempre he vivido, tal y como muestro en Peter Pan Vs. El señor con monóculo

En esta resta no me preocupa el resultado, y aunque parezca que asusta, el minuendo tampoco. El peso está en el sustraendo, el 1. Tan simple que suena a chiste. Y prefiero ponerlo así y no con decimales porque me consumiría el drama. Y porque con los números prefiero no complicarme, no nos llevamos bien.
Uno.

Cómo pasa el tiempo. ¿Cómo pasa el tiempo? No se si afirmarlo o preguntarlo. 

En clase nos hicieron cerrar los ojos a todos, contar un minuto y abrirlos al terminar. No todos los abirmos a la vez, los abrí en el segundo 56. Cada uno mide el tiempo de una forma distinta. 
Rápido. Lento. 
Un minuto que mientras lo contaba me di cuenta de lo fugaz que era.

Entonces, uno.

Prefiero en ese caso no pasarme la vida con los ojos cerrados. Entendido como una metáfora o literalmente, durmiendo ZzzZzz, porque... ¡maldita sea! existen los números y se ponen a sí mismos en un cronómetro y me doy cuenta que no va al mismo ritmo que el mío. 



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